viernes, 26 de febrero de 2016

14. ¿CUÁLES SON LOS PASOS A SEGUIR EN LA APS DE LA CEFALEA?

ABORDAJE DEL PACIENTE CON CEFALEA





1° La anamnesis semiestructurada describirá el perfil adecuado de la cefalea (recomendación grado A), y se acompaña de una exploración neurológica y general básica. Nos centraremos en la edad de inicio y sexo, debut, evolución temporal, intensidad, localización, cualidad, síntomas acompañantes y factores precipitantes.
• Edad de comienzo, sexo y tiempo de evolución.
• Instauración: súbita o insidiosa.
• Frecuencia: diaria, semanal, mensual.
• Localización del dolor: hemicraneal, generalizado, localizado.
• Calidad del dolor: pulsátil, constrictivo, terebrante, urente, lancinante, sordo, sensación de «tirantez», etc.
• Duración: segundos, minutos, horas, días, semanas, meses.
• Intensidad: invalidante o no.
• Distribución horaria: matutina, vespertina, nocturna, a hora fija.
• Pródromos: escotoma centelleante, fotopsias, parestesias queirorales, disfasia. A veces pueden coexistir junto al dolor.
• Síntomas acompañantes: náuseas, vómitos, fotofonofobia, etc.
• Factores precipitantes o agravantes: ejercicio, tos, coito, estrés, alimentos, cambios posturales, etc.
• Factores de mejoría: sueño, analgésicos, etc.
• Historia familiar de cefalea y tipo, muerte súbita y hemorragia subaracnoidea.
• Antecedentes personales de interés: hipertensión arterial, trastornos psiquiátricos, neoplasias, inmunodepresión, medicación anticoagulante y vasodilatadora, episodios anteriores similares y tratamiento analgésico habitual.

Descartaremos criterios de alarma que nos hagan tomar la decisión de derivación a un nivel asistencial especializado.
RED FLAGS:
- Cambios significativos o progresión en el patrón de la cefalea.
- Cefalea que el paciente describe como la "primera" o "peor" de su vida.
- Cefalea de comienzo abrupto, incluyendo aquellas que despiertan al paciente mientras duerme.
- Anormalidades en el examen físico general o neurológico.
- Síntomas neurológicos que duran más de una hora.
- Cefaleas de reciente comienzo en pacientes menores de 5 años o mayores de 50.
- Cefaleas de reciente comienzo en pacientes oncológicos, inmunodeprimidos o embarazadas.
- Cefaleas asociadas con alteración o pérdida del estado de conciencia.
- Cefaleas desencadenadas por el ejercicio, actividad sexual o maniobras de Valsalva.

Es importante identificar los signos de alarma y criterios de derivación desde AP a Urgencias:
Los signos de alarma para una cefalea son:
- Cefalea intensa, de comienzo agudo, insólita.
- Cefaleas de frecuencia o intensidad crecientes.
- Cefalea siempre del mismo lado, excepto: cefalea en racimos, hemicránea paroxística, neuralgia del trigémino, hemicránea continua.
- Con manifestaciones acompañantes: alteración psíquica, crisis comiciales, focalidad neurológica, papiledema, fiebre, signos meníngeos, náuseas, vómitos que no se puedan explicar por enfermedad sistémica (excepto migraña).
- Precipitada por esfuerzo, tos o cambio postural.
- Cefalea en edades extremas.
- Características atípicas o sin respuesta al tratamiento correcto.
- Presentación predominantemente nocturna, salvo cefalea en racimos.
- Cefalea en pacientes oncológicos o inmunodeprimidos.
Criterios de derivación desde Atención Primaria a Urgencias:
- Cefaleas con claros signos de alarma.
- Datos de hipertensión intracraneal (dolor persistente, náuseas, vómitos, aumento con Valsalva o decúbito, síntomas visuales).
- Focalidad neurológica de inicio reciente (sensitiva, motora, lenguaje, visual).


2° La exploración complementa la anamnesis y debe ser normal en las cefaleas primarias, manteniendo la impresión clínica objetivada en el interrogatorio. Por el contrario, si la anamnesis sugiere dudas, podemos encontrarnos ante una cefalea secundaria, por lo que la exploración debe dirigirse a documentar aquellas anomalías que nos permitan ratificarnos en nuestra presunción. Por motivos de tiempo la exploración debe ser reducida (nivel de evidencia III, recomendación A), pero efectiva, y debe de incluir datos de la marcha, nivel superior, pares craneales, signos meníngeos, asimetrías respecto a reflejos, motilidad y sensibilidad, fondo de ojo y palpación de las arterias temporales, musculatura pericraneal y articulación temporomandibular. De extrema importancia en todo el proceso es la búsqueda activa de los signos de alarma que señalan que nos encontramos ante una cefalea sintomática, debiendo tomar la decisión de solicitar exámenes complementarios o bien proceder a una derivación de forma urgente o reglada a otro nivel especializado.
En todos los pacientes con cefalea deben tenerse en cuenta los siguientes factores:

- Exploración neurológica: hay que buscar siempre la presencia de:
• Rigidez de nuca y otros signos meníngeos.
• Papiledema.
• Deficiencias motoras y sensitivas, especialmente focales.
• Alteraciones del estado de conciencia, de la coordinación y de la marcha.
• Signos de traumatismo.
• Anomalías en la exploración de las arterias epicraneales.


- Exploración sistémica: determinar la presencia de fiebre, petequias, angiomas faciales, neurofibromas, hipertensión arterial, anemia, adenopatías (neoplasias), dolor a la palpación o la percusión de senos paranasales, signos de insuficiencia cardíaca o de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), alteraciones de la columna cervical, etc.

Exploraciones complementarias: solo deben realizarse con carácter urgente aquellas exploraciones complementarias que la anamnesis y la exploración física sugieran ante la posibilidad de una cefalea sintomática.

3° El tratamiento dependerá de las causas y síntomas acompañantes al cuadro de dolor, debido a la gran variedad de posibles categorías y causas de las cefaleas el abordaje terapéutico es complejo y muy específico, no solo a cada patología sino también a cada paciente.




13. ¿CÓMO PODEMOS MEJORAR EL TRATAMIENTO DE LA CEFALEA?

Principales causas de la falla del tratamiento de una cefalea crónica
Cuando un paciente no responde como se esperaba a la terapia, o anuncia, en la primera consulta que lo ha intentado todo y nada ha resultado, es importante identificar la razón por las que esto puede haber ocurrido. Revisaremos a continuación algunas de ellas:
- Diagnóstico incompleto o incorrecto.
- No tomar en cuenta factores exacerbantes.
- Farmacoterapia inadecuada.
- Tratamiento no farmacológico inadecuado.
- Comorbilidad médica o psiquiátrica.
- Existencia de expectativas no realistas.

Propuesta global de manejo
1. Coordinar una consulta específica para el paciente con cefalea crónica: intentar dejar el resto para otro día,”hoy nos dedicaremos a esto”. Tomar una buena historia, a veces es útil haber solicitado antes al paciente realizar un diario de sus dolores y su asociación con estresores emocionales, gatillantes alimenticios, medicamentos utilizados y su eficacia, etc.
2. Tratar la cefalea por sobreuso de medicamentos en caso de existir.
3. Revisar diagnósticos diferenciales: Otras cefaleas primarias, Potenciales causas subyacentes (dolor miofacial, disfunción temporomandibular, comorbilidad psiquiátrica, patología sinusal)
4. Manejo adecuado a las necesidades de cada paciente, individualizado al tomar en cuenta severidad (impacto, frecuencia, duración, asociación con otros síntomas), comorbilidad y preferencias del paciente.
5. Usar medicamentos que tengan eficacia y seguridad demostrada, siempre dejar medicamentos abortivos SOS para tener a mano.
6. Seguimiento proactivo y de largo aliento, dar alternativas ante fracaso del tratamiento.
7. Considerar terapia conductual (estilos de vida, ejercicio, comidas regulares, evitar cafeína, gatillantes de la migraña, higiene del sueño, reducir stress, terapia cognitivo conductual) 
8. Manejo multidisciplinario con enfermera, psicóloga, cuando parezca necesario.


12. ¿QUÉ PRUEBAS O HERRAMIENTAS SON ÚTILES CUANDO PENSAMOS EN UNA CEFALEA?

La mayoría de las cefaleas son primarias, por lo que el diagnóstico debe ser clínico, solo un pequeño porcentaje de pacientes debe ser candidato a neuroimagen. 

- Indicaciones Tomografía Computarizada (TC): 
• Cefalea intensa de inicio explosivo
• Cefalea de evolución subaguda con empeoramiento progresivo.
• Síntomas y signos focales diferentes al aura migrañosa.
• Cefalea asociada a papiledema o rigidez de nuca.
• Fiebre no explicada por enfermedad sistémica.
• Signos y síntomas de hipertensión intracraneal.
• No clasificable.
• Situaciones que crean una gran ansiedad en el paciente por temor a patología tumoral.

- Indicaciones Resonancia Electromagnética: 
• Hidrocefalia en la TC.
• Sospecha de lesiones de fosa posterior, silla turca o seno cavernoso.
• Cefalea tusígena, para descartar Arnold-Chiari tipo I.
• Signos de hipertensión endocraneal.
• Cefalea por hipotensión licuoral.
• Sospecha de infarto migrañoso.
• Sospecha de trombosis venosa intracraneal.

11. ¿CUÁLES SON LAS REGUNTAS CLAVE DE LA HISTORIA CLÍNICA CUANDO HAY SOSPECHA DE CEFALEA?

Los médicos deben preguntar por: 

  • Inicio: por la mañana temprano; durante el día; durante la noche; gradual o brusco.
  • Duración: minutos, horas, días o semanas; aliviada por fármacos o durante el sueño; remite de forma espontánea; se desarrolla en racimo; períodos sin cefalea.
  • Localización: toda la cabeza, unilateral, localización específica (cuello, región de los senos, bajo los ojos, distribución en banda de sombrero).
  • Carácter: punzante, pulsante, penetrante, sorda, persistente, presión constante, agravada por el movimiento.
  • Intensidad: puntúe la intensidad de cada episodio en una escala de 1 (leve) a 10 (grave).
  • Pródromo visual: escotoma; hemianopsia (disminución de la visión o ceguera, que afecta a la mitad del campo visual de uno o ambos ojos); distorsión del tamaño, de la forma o de la posición.
  • Patrón: empeora en la mañana o por la tarde, empeora o mejora a medida que avanza el día, despierta al paciente o se produce solo durante el sueño.
  • Episodios: sucesivos que están próximos entre sí, que van empeorando o que se prolongan cada vez más.
  • Cambio del nivel de conciencia a medida que el dolor aumenta.
  • Síntomas asociados: náuseas, vómitos, diarrea, fotofobia, trastornos visuales, dificultad para permanecer despierto, aumento del lagrimeo, secesión nasal, acúfenos, parestesias, deterioro de la movilidad.
  • Factores precipitantes: fiebre, fatiga, estrés, aditivos alimentarios, ayuno prolongado, alcohol, alergias estacionales, ciclo menstrual, coito, anticonceptivos orales, volumen de la ingesta de cafeína.
  • Medios de tratamiento: sueño, fármacos contra el dolor, necesidad de medicamentos a diario, rebote si no se sigue tratamiento farmacológico o si no se consume cafeína.
  • Consumo de fármacos: anticonvulsivos, antiarrítmicos, β-bloqueantes, antagonistas del calcio, anticonceptivos orales, antagonistas o agonistas de la serotonina, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, antidepresivos, antiinflamatorios no esteroideos, narcóticos, fármacos que contienen cafeína.