Los
pacientes con cefalea pueden describir el dolor como pulsátil, en forma de
banda o cincha o como dolor continuo, pero es invariablemente de moderado a
grave e interfiere en las actividades.
Con frecuencia el dolor es unilateral, aunque puede ser bilateral. La cefalea migrañosa a menudo se asocia con náuseas, vómitos, fotofobia y fonofobia. Otras manifestaciones autonómicas que pueden acompañar a la migraña, a la cefalea en acúmulos y a otras variedades de cefalea son ptosis, rinorrea, síndrome de Horner y edema facial. Las cefaleas secundarias pueden parecer similares a las de tipo tensional o migrañosas, aunque pueden existir «señales de alarma» que sugieren más un trastorno de una cefalea secundaria que un trastorno de cefalea primaria.
Las cefaleas primarias (85-95%) definen una enfermedad en sí misma sin causa orgánica subyacente. Las cefaleas secundarias (10-15%) son síntomas de una enfermedad orgánica o no, en relación temporal a una causa, y desaparecen o disminuyen en los 3 meses siguientes de la resolución del problema que las produjo.
Con frecuencia el dolor es unilateral, aunque puede ser bilateral. La cefalea migrañosa a menudo se asocia con náuseas, vómitos, fotofobia y fonofobia. Otras manifestaciones autonómicas que pueden acompañar a la migraña, a la cefalea en acúmulos y a otras variedades de cefalea son ptosis, rinorrea, síndrome de Horner y edema facial. Las cefaleas secundarias pueden parecer similares a las de tipo tensional o migrañosas, aunque pueden existir «señales de alarma» que sugieren más un trastorno de una cefalea secundaria que un trastorno de cefalea primaria.
Las cefaleas primarias (85-95%) definen una enfermedad en sí misma sin causa orgánica subyacente. Las cefaleas secundarias (10-15%) son síntomas de una enfermedad orgánica o no, en relación temporal a una causa, y desaparecen o disminuyen en los 3 meses siguientes de la resolución del problema que las produjo.
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